Esta situación condujo a dos clases de evoluciones que han tenido serias consecuencias para la doctrina. Si las metodologías ß no son siempre, desde luego, científicas (sino que se mantienen en el estado que llamamos ß2), ello no significa que sea preciso llevar el regressus en la dirección que nos saca fuera de las operaciones, que nos lleva a «desbordarlas» (tanto antecediéndolas, en I-a2 como sucediéndolas, en II-a2), puesto que también cabe trazar la figura de una situación ß tal en la cual pueda decirse que nos desprendemos del curso práctico-práctico de tales operaciones en virtud de la acción envolvente, no ya ahora de contextos objetivos dados a través de ellas, sino de otros conjuntos de operaciones que puedan analógicamente asimilarse a tales contextos envolventes. Empezó con una teoría de la ciencia, como una teoría de la teoría científica. WebCUADRO COMPARATIVO. Como si el conjunto de los resultados de las diversas ciencias dibujase por sí mismo un mapa mundi armónico, como si el Ignoramus, Ignorabimus! La ciencia se desarrolla a saltos. Aprendizaje y estructura del conocimiento. De este modo, el materialismo filosófico puede asignar a la filosofía («académica») unas tareas que, por lo menos, pueden abrigar la pretensión de ser más precisas y positivas de las que pudieran asignársele a partir de formulaciones que intenten definir a la filosofía como una busca de «respuesta a los interrogantes de la existencia», como «meditación sobre la Nada» o como «análisis de los juegos lingüísticos». Estas diversas oposiciones, que se solapan unas a otras, aunque no puedan considerarse ni mucho menos como equivalentes, distorsionan gravemente el análisis de las relaciones efectivas entre el proceso y la estructura de las ciencias positivas, tal como se exponen en la teoría del cierre categorial. El adecuacionismo se constituye, por tanto, como una conjunción de la hipóstasis de la forma (como la que practica el teoreticismo) y de la hipóstasis de la materia (como la que practica el descripcionismo). Esto es tanto como decir que la Historia gnoseológica de la ciencia es, en primera instancia, Historia particular (no generalista). Síguese, por ende, que el conocimiento no es simplemente el juicio verdadero, y Teeteto es invitado a hacer otra sugerencia respecto a la definición adecuada del conocimiento. Es el análisis epistemológico quien responderá estas cuestiones, planteando al investigador varios problemas globales y, fundamentalmente, guiando la producción de ingenierías didácticas referentes al análisis de la enseñanza actual, tales como: ¿Qué transponer en la enseñanza de los elementos de la cultura y de sus interrelaciones? (1975). Sólo este último puede recibir propiamente el nombre de saber. Acción que tiene efecto sólo con el conocimiento de las explicaciones causales de los fenómenos de los estudiantes". b) ILUMINACIÓN DEL ENTENDIMIENTO AGENTE.- En el libro III De anima insinúa Aristóteles otro mecanismo psicológico para la formación del concepto universal en dos rápidos pasajes, mediante la metáfora de la iluminación del entendimiento agente. Los experimentos condujeron a los fundadores de la ciencia a adoptarlas. La música debe sonar, pues sólo tiene realidad en un medio sonoro; de la misma manera a como la química sólo puede considerarse existente en un medio en el que puedan tener lugar reacciones entre sustancias. El descripcionismo, si es coherente, interpretará esta fórmula como una descripción aproximada de las medidas tomadas en círculos empíricos, fenoménicos («redondeles»); las pruebas de esta verdad serán interpretadas como meros artificios simbólicos para reexponer o condensar esas medidas empíricas. En efecto: Ante todo, se comprenderá la incompatibilidad del materialismo gnoseológico con el escepticismo científico y, por tanto, con el escepticismo en general. El alcance filosófico que cabe asignar a esta circunstancia (la de que una ciencia no sólo se opone a otros saberes no científicos, sino también a otras ciencias) es muy grande: si un cuerpo científico no tuviera, fuera de su campo, a otros cuerpos científicos, sino sólo a otros campos o saberes no científicos, podría pensarse como virtualmente infinito, puesto que los campos de su entorno se le presentarán siempre como «espacios colonizables» en un futuro más o menos lejano. Por esto los hombres de arte son capaces de enseñar. Y ¿dónde está la ignorancia que nos hace ir a sentarnos a sus pies? Aun refiriéndose todas estas teorías a unos campos característicos (a los que corresponde desempeñar siempre de algún modo, no siempre exógeno, el papel de materia) lo cierto es que unas veces se interpretará la forma de la ciencia en términos de una estructura lógico-formal (por ejemplo, la demostración, en Aristóteles, o la clasificación, en Platón) y, otras veces, se postulará que la forma de las ciencias es la forma matemática («una ciencia es ciencia en lo que tiene de matemáticas», dice Kant): las mismas formas matemáticas (determinados modelos estadísticos, por ejemplo) imprimirán un significado científico a los tratamientos de campos tan diferentes como puedan serlo los «observables» de la Física cuántica o los registros de los tests psicométricos. No puede decirse, en resumen, que esa confluencia sea irrelevante, porque cada curso no añade ninguna evidencia al otro curso, como si fuera suficiente cada uno por sí sólo. ¿Qué ocurre con la Geometría, que considerada como prototipo de ciencia por Aristóteles, había sido tragada por la segunda acepción? En cualquier caso, al postular la necesidad de referenciales no queremos decir que todos los términos, relaciones y operaciones de las ciencias deban ser fisicalistas y no precisamente porque presupongamos que, «además» de los referenciales corpóreos, los cuerpos de las ciencias contienen entidades meta-físicas o espirituales. Es más, si se nos objeta que, aunque la Constitución ateniense, como cosa empírica e histórica, sea susceptible de cambio, aún podemos decir "la Constitución ateniense es buena" refiriéndonos a la forma concreta de la Constitución que anteriormente llamamos buena (por más que desde entonces haya cambiado de hecho), responderemos que, en este caso, nuestro juicio se refiere, no tanto a la Constitución de Atenas como hecho empírico determinado, sino a cierto tipo de Constitución. Por ejemplo, un microscopio no desempeñará ahora tanto el papel de simple «auxiliar» del ojo del científico, cuanto el papel de un operador objetivo, puesto que transforma unas configuraciones dadas en el campo en otras distintas; una balanza no será un «instrumento de comparación al servicio del sujeto», sino un relator interpuesto él mismo entre contenidos del campo. Si nos detuviéramos a analizar, podríamos derivar importantes lecciones al profundizar el tipo de argumentos que ellos exponen; esto aclararía no tanto el tema de la discusión (y me excuso por atreverme a hacer esta afirmación) como la clase de argumentos que están usando para probar sus aseveraciones. Por primera vez en la historia de la filosofía, Kant demuestra que el objeto no es una cosa ajena al sujeto, algo externo y opuesto a éste. El tercer estadio se refiere a la presencia de un marco teórico relativamente completo en el que las ideas tienden a ocultar su significación que les dio origen. Pero todo se disgregaría si, de vez en cuando, los hilos de la trama no se anudasen con los de la urdimbre por el vínculo cerrado por la identidad sintética en la que consiste una verdad científica. Y es en el contexto de tales funciones como los recuerdos psicológicos (por ejemplo) pueden comenzar a desempeñar el papel que corresponde a los autologismos. El tercer tipo de respuestas a la pregunta ¿qué es la ciencia? El problema esencial de una teoría del conocimiento es cómo se construye el nuevo conocimiento: ¿es, cómo afirma el empirismo, siempre derivado de la realidad que se observa, o está preformado en la mente humana, y por lo tanto es innato? En sus orígenes, la epistemología se apoyó en dos supuestos: 1. Verificación de actualización de protocolo; Cronograma de recolección; Comunidad; Autoevaluación: ¿Mi institución cumple la ley 30035? La pregunta ¿qué es la ciencia?, entendida desde un punto de vista epistemológico, la interpretaremos, fundamentalmente, como la pregunta por el tipo de conocimiento (o, para decirlo con Piaget, por el «incremento de conocimiento» respecto del saber precientífico) que cabe asignar a las ciencias positivas. Por tanto, el papel principal de las matemáticas sería servir de instrumento para la introducción de términos teóricos. Todo ser tiende a su propia perfección, que constituye su fin particular: las potencias, a los actos, y todo el Universo, a Dios, como causa final atractiva, causa suprema del movimiento. En este estadio aparece la capacidad para pensar en deducciones e hipótesis. Es bastante claro que la pregunta es legítima y que no debiera contestarse haciendo una regresión al infinito. Y asimismo, quedará también abierto el camino hacia una filosofía totalmente liberada de las ataduras científicas y dispuesta a entrar en los caminos de lo inefable (al menos de lo que no se puede expresar en lenguaje científico). Ese estado límite, lo designamos por medio de un subíndice: a1. Este requiere la neutralización de las operaciones y la elevación de los fenómenos al orden esencial. La lógica utilizada fue, como antes mencionamos, la lógica Frege-Whitehead-Russell. No es fácil acertar en las ilustraciones de estos conceptos gnoseológicos, que hay que discutir en cada caso (la discusión en torno a un ejemplo no compromete, en principio al menos, el concepto gnoseológico). Pues fuera del laboratorio y de la manifestación por escrito de ciertas aserciones científicas específicas, un científico se comporta como cualquier otro hombre y no utiliza maneras especiales de expresar o "encontrar" cosas o sucesos. Es lo que queda simbolizado en la fórmula (1,1). El hecho del conocer cierto y erróneo es un hecho que no puede entrar en discusión, porque es un dato de la experiencia cotidiana de cualquier ser humano. Recíprocamente, una concepción de la ciencia determinada orientará la búsqueda hacia una dirección más o menos precisa de los criterios de clasificación de las partes de los cuerpos científicos. Para el chino, el mundo es un devenir, es un continuo proceso de cambio. Distinguiremos, generalizando una sugerencia de Curry, los siguientes cuatro tipos de functores: functores predicativos (los que forman predicados o relaciones a partir de términos, algebraicamente, por ejemplo: '<' en 'a no debe entenderse en el sentido abstracto, ni como contrapuesto a particular y concreto, sino como equivalente a fijo, inmutable y necesario. Observa Platón que si alguien, después de haber subido a la luz del sol, vuelve al interior de la caverna, será incapaz de ver bien, a causa de la oscuridad, y con ello se hará "ridículo"; mientras que si tratase de liberar a algún otro y de guiarle hacia la luz, los prisioneros, que aman la oscuridad y consideran que las sombras son la verdadera realidad, darían muerte a tal importuno si pudiesen cogerlo. Desde la perspectiva del eje pragmático habrá que distinguir principios que, aun proyectados en el eje semántico, puedan decirse principios de los autologismos (en cada categoría), principios de los dialogismos y principios normativos. Esta manera de proceder justifícanla las exigencias de la exposición lógica y el hecho de que el diálogo República no sea, esencialmente, una obra epistemológica. Habría una cierta base para reinterpretar con sentido gnoseológico (no meramente epistemológico) la distinción tradicional entre axiomas y postulados. Ya hemos mencionado que tanto Kuhn como Popper se apoyan en la historia de la ciencia cuando no encuentran un anclaje firme para algunas de sus afirmaciones acerca de cómo funciona en realidad la ciencia. Es más, si de repente se les libertase y se les dijese que contemplaran las realidades de aquello cuyas sombras habían visto anteriormente, quedarían cegados por el fulgor de la luz y se figurarían que las sombras eran mucho más reales que las realidades. Por análogos caminos por los cuales Hegel llegó a negar la cosa en sí kantiana y a proyectar la elevación panlogista de la conciencia al «saber absoluto», el positivista radical llegará a negar las realidades que no estén contenidas en las ciencias y concebirá a la ciencia de un futuro, acaso muy próximo, como omnisciencia. Sin perjuicio de lo cual, y en virtud de una dialéctica característica, el orden sistemático, entendido ahora como ordenación de lo más general a lo menos general, se mantiene también intacto, aunque sea un orden absurdo desde un punto de vista histórico. (c) Desmembramientos o descomposiciones (clasificaciones descendentes atributivas): por ejemplo las «cortaduras» de Dedekind. Los fenómenos psicológicos, y su escala (la «percepción» del sonido, o de las formas, o de los «movimientos de retirada», el «hambre», el «dolor», el «miedo», &c.) quedan atrás, se reabsorberán en el hardware de los contactos de circuitos nerviosos, como los colores del espectroscopio se reabsorben en frecuencias de onda. También debe ser capaz de criticar programas y aun resultados erróneos, así como de sugerir nuevos enfoques promisorios. La epistemología o la gnosceología (logo o «ciencia» sobre la epistéme o sobre la gnosis) trabaja la cuestión del «criterio de verdad» 1 de nuestro conocimiento. ¿Hasta donde llegarían los niveles de compatibilidad y de contradicción el uso de más de una teoría en la investigación en matemática educativa (v. gr. La circunstancia de que Priestley hubiera vivido cerca de una fábrica de cervezas, ¿corresponde a una Historia externa o a una Historia interna de la química del oxígeno? «Ejemplo» que, en consecuencia, no habrá que interpretar como una mera «ilustración» de una supuesta idea general previamente dada, sino, por lo menos, como una de las fuentes de esa misma idea. El pensamiento epistemológico surge, entre otras cosas, cuando la incoherencia entre el ser real del objeto y el saber subjetivo dado de este objeto, se convierte en objeto de la actividad intelectual. Los contenidos del cuerpo de una ciencia quedarán clasificados, según estos criterios, en tres rúbricas: contenidos ordenados en la dirección subjetual (los múltiples sujetos operatorios, los científicos, las comunidades científicas), contenidos ordenados en la dirección objetual (también múltiples, puesto que la ciencia no tiene un objeto, sino un campo) y contenidos signitivos o simbólicos. 9. WebLa epistemología estudia la naturaleza y validez del conocimiento. Por consiguiente, se puede hablar de ellas como de particulares inteligibles, y pertenecen a la esfera de ta mathematiká lo mismo que las ideales magnitudes espaciales del geómetra. Yo creo que debe aceptarse, y que Platón vio claramente que los números son, en cuanto tales, únicos. Cualquiera que sea la opinión que esta extensión del concepto de ciencia nos merezca, lo cierto es que se trata de un hecho, ideológico o efectivo, que debe ser analizado y enjuiciado por una teoría de la ciencia. Los escalones por los cuales va «desarrollándose» el homo sapiens comienzan siendo muy próximos a los escalones culturales que encontramos ya en los primates. Tampoco puede aceptar el materialismo la concepción de la filosofía como una «ciencia primera», como una «reina de las ciencias». Diremos, ante todo, que los términos, relaciones y operaciones de una ciencia deben tener referenciales fisicalistas. No es menos problemática la situación que, en la Historia de la mecánica, se suscita a propósito de las leyes de Kepler, en sus relaciones con las leyes de Newton. Desde el momento en que se presenta a cada ciencia la exigencia de ponerse en claro acerca de su posición en la conexión total de las cosas y del conocimiento de las cosas, se hace precisamente superflua toda ciencia de la conexión total. El «hecho de la ciencia» tiene una característica global que algunos estimarán como una determinación contingente, es decir, no vinculada necesariamente a la idea de ciencia. Después de que fue "descubierto" durante el período de Galileo, Descartes y Newton, el principio fue considerado alternativamente como bastante absurdo y difícil de aceptar, como totalmente evidente y sin necesidad de explicación y, con mucha posterioridad, como un principio que nos es evidente, ni correcto, ni equivocado, y tampoco absurdo, sino más bien un principio regulatorio dentro de una cierta estructura de una teoría de la mecánica. La idea es que en períodos de casi equilibrio se tiene una especie de práctica normal de la ciencia que es aceptada por la comunidad científica, y que la ciencia se desarrolla dentro de ella. También es cierto que la identidad sintética no siempre alcanza el mismo grado de plenitud: hablamos de «franjas de verdad», de grados de firmeza de los vínculos anudados por una identidad sintética. Desde la teoría del cierre categorial, podríamos ensayar la sustitución de «hombre» por S.G. Porque S.G. es, desde luego, humano (según algunos, lo único que es verdaderamente humano). En la actualidad es posible encontrarle deficiencias históricas y fallas en su base epistemológica. Se basa en una idea de los psicólogos ginebrinos -al menos desde Claparéde-: implicación. Esta acepción del concepto de ciencia, no por ser la primera desde el punto de vista histórico, deja de ser una acepción actual, aunque no sea más que porque en el presente siguen viviendo los llamados «contemporáneos primitivos», pueblos ágrafos que, como los yanomamos amazónicos, «entienden» sin embargo de sabores, y, por tanto, son sabios. Naturalmente, no era posible solucionar esta tarea dentro del marco de la forma metafísica que le era propio al materialismo de aquel tiempo. Fácil es comprender la importancia de esta observación. Las cadenas hipotético-deductivas pueden ser modos gnoseológicos si son fértiles (por ejemplo, apagógicamente), para establecer identidades. Por tanto, la sucesión de teorías o de paradigmas, dentro de una misma ciencia, agradecerá, cuando se la considera desde las coordenadas del teoreticismo, antes un tratamiento histórico o sociológico que un tratamiento lógico-sistemático, tan sólo posible en algunos intervalos de la construcción. Los «pesos relativos» en el terreno gnoseológico de estos estratos podrán simbolizarse mediante el esquema (1,0). Analogías entre la epistemología de Thomas Kuhn y la psicología genética. He abrigado algunas dudas acerca de la utilización de este tipo, de ejemplo porque cuando en ocasiones lo he hecho, se ha tomado como si intentara utilizar la física para explicar el sistema cognoscitivo. La Biología no tiene a la vida como objeto suyo, sino que son los ácidos nucleicos, las mitocondrias, las células, los tejidos o los órganos de las diferentes especies orgánicas, los que constituyen su campo: estas partes y otras análogas son los materiales que lo componen. El materialismo, apoyado en el pluralismo de los círculos categoriales mutuamente irreductibles que resultan determinados por las diferentes ciencias efectivas, puede defender la tesis del carácter finito y limitado (= no exhaustivo) de las construcciones científicas sin necesidad de apelar a instancias exteriores a ellas mismas. Permite una mejor comprensión tanto de la realidad como del sujeto cognoscente, si no ya del propio conocimiento. El mundo entorno de las diversas especies animales está, a medida que ascendemos en la escala zoológica, cada vez más afectado por las acciones y operaciones de los animales que lo organizan; el mundo entorno es, de modo progresivo, un mundo «cultural». La filosofía académica —es decir, la filosofía de tradición platónica— no antecede a las ciencias, sino que presupone las ciencias ya en marcha («nadie entre aquí sin saber Geometría»). Pero los fenómenos no son entendidos aquí tanto en el contexto ontológico en el que los entendió Kant (al oponer fenómenos a noúmenos) sino desde un contexto gnoseológico, más acorde con la tradición platónica, desde la cual los fenómenos se oponen a las esencias o estructuras esenciales. El siguiente texto se hizo sobre la base de las directivas de Piaget a los participantes del curso. Dios es la cumbre de todos los seres. De este modo podemos acogernos a los planteamientos clásicos, en términos holóticos, de las cuestiones que giran en torno a la individuación de los elementos corpóreos de una clase de entidades dada. Aquí puede apreciarse con claridad, en un ejemplo físico extremadamente simple, un proceso en el que la asimilación, la acomodación y el equilibrio entre ellos se presenta de manera que tiene similitudes sorprendentes con los procesos descritos por Piaget a nivel cognoscitivo. Aumentemos de manera continua, y luego dejémosla fija; aumentémosla de nuevo y dejémosla fija, y continuemos así; podrán observarse saltos en la estructura de las líneas de flujo; el número de ondas de la ruta señalada aumentará a intervalos discontinuos y, en un momento dado, las ondas que fueron completamente simétricas empezarán a inclinarse y a deformarse adquiriendo una asimetría característica. Una unión que sólo resulta ser necesaria precisamente cuando haya quedado establecida la identidad sintética. Es cierto que la mayor parte de los conflictos históricos habidos entre la religión judeo-cristiana y las verdades que las ciencias positivas fueron ofreciendo —el conflicto en torno al geocentrismo, en la época de Copérnico y de Galileo; el conflicto sobre la edad de la Tierra, en la época de Buffon o de Lyell; el conflicto sobre el origen del hombre, en la época de Darwin o Huxley; &c.— fueron resolviéndose «en el terreno diplomático»; pero no porque los conflictos hubieran resultado ser aparentes, ni porque hubieran sido retiradas las conclusiones de la razón científica positiva: las que se replegaron, refugiándose en el alegorismo, o en la doctrina de los «géneros literarios», fueron las iglesias católicas y protestantes &c., obligadas precisamente por el empuje de la racionalidad científica. Este es quizás el hallazgo más conocido de Piaget y no deseo incursionar en él a mayor profundidad. Su opinión sobre el mundo es de lo más inadecuada, pues está deformada por "sus propias pasiones y sus prejuicios, y por los prejuicios y pasiones de los demás, que les son transmitidos por el lenguaje y la retórica." Para convertir tal noción correcta en conocimiento, he de añadir a ella una característica distintiva. Sólo así, el materialismo gnoseológico podrá liberarse de la concepción de la ciencia como re-presentación especulativa de la realidad y de la concepción de la verdad, en el mejor caso, como adecuación, isomórfica o no isomórfica, de la ciencia a la realidad. Permite una mejor comprensión tanto de la realidad como del sujeto cognoscente, si no ya del propio conocimiento. Viene entonces el artista y pinta un hombre. La teoría del cierre categorial tiene también recursos suficientes para desplegar esta dialéctica en un cuadro de situaciones más rico; situaciones que siendo, desde luego, internas, puedan dar cuenta, más de cerca, de la multiplicidad de estados en los que podemos encontrar a este magma que globalmente designamos como «ciencias humanas». Se presentan cambios en la estructura cuando cambian las "condiciones en los límites" (o "condiciones de borde") del sistema. Una operación es la acción objetiva, externa transformada, y continuada internamente ("interiorizada"). ¿Y como podrían estarlo antes de que los elementos químicos, algunos al menos, hubieran sido identificados? Tampoco, por supuesto, recíprocamente. Nuestro juicio, en la medida en que atañe a lo permanente y estable, se refiere en realidad a un universal. La famosa comparación de la "pajarera" se introduce aquí a modo de ensayo con el que se intenta hacer ver cómo pueden originarse las otras clases de juicios falsos, pero se la halla insatisfactoria; y Platón concluye que el problema del juicio erróneo no puede tratarse convenientemente sin que antes se haya determinado la naturaleza del conocimiento, discusión sobre el juicio erróneo es continuada en el Sofista.). Esta noción tiende a extenderse fuera del campo de la epistemología para también ser considerado en los campos de la didáctica, psicología, y otras disciplinas. Los términos teóricos adquieren un significado empírico a través del significado empírico ligado a la teoría, y no viceversa. Tampoco es un cuerpo el hipercubo, construido a partir del cubo: sin embargo, caras, aristas, vértices o hipercubos son términos de la Geometría. -El conocimiento no es simplemente "el juicio verdadero", Comprende Teeteto que no puede decir que el juicio por sí solo, sin más, sea el conocimiento, porque también se pueden hacer juicios falsos. Permanece por consiguiente como una filosofía alternativa de la ciencia que, por primera vez, podría verse sujeta a una prueba experimental. Otra cosa habrá que decir de las tecnologías que, surgidas en el seno de un cuerpo científico «en marcha», han hecho posible la constitución de nuevos contextos determinados. Los términos pueden ser simples (elementos) o complejos. Asimismo, los principios pueden atravesar a muy diversas configuraciones, cubriéndolas a todas ellas. Paidós. La psicología evolutiva de Jean Piaget. No ha adquirido conocimiento del caballo, sino solamente opinión. 1. Los resultados de la investigación psicogenética han mostrado el rol esencialmente activo del sujeto cognoscente. Claramente, la idea de diferentes posibilidades y su número infinito no es una característica observable de la realidad, y contradice la teoría empirista del conocimiento; al mismo tiempo, la elaboración muy gradual de esta idea va en contra de las teorías innatista o apriorística. Sin embargo, si se buscan soluciones a un problema específico y fallan, y todo el mundo fracasa durante largo tiempo, llegará un punto después del cual el problema deja de ser un puzzle: se convierte en un real problema para la teoría, y llega a originar una crisis. Cantoral sostiene que esta idea alcanza su madurez durante el siglo XVIII y la que llamará prædicere, el cual define como: "Es la acción intelectual del sujeto epistémico sobre los datos fácticos para establecer los patrones de regularidad del comportamiento de lo que ha de predecirse. Argumenta que esto se debe a que dicho análisis provee de historicidad a los conceptos matemáticos que la enseñanza usual presenta como objetos universales, así como a las nociones metamatemáticas y protomatemáticas. Si reconocemos esta suficiencia, el proyecto de coordinación entre las categorías y las unidades científicas, parece cobrar sentido. La idea básica de esta conferencia es presentar la epistemología genética como una teoría del conocimiento en el sentido más amplio. Piaget ve la esencia del intelecto en un sistema de operaciones. La situación primera corresponde, desde luego, a las ciencias físicas, a la Química, a la Biología molecular (no es tan fácil decidir cuando hablemos de la Etología, como ciencia natural). ¿Qué hacer, entonces, de la afirmación de Aristóteles de que para Platón los números no son adicionables (asímbletoi)? Barcelona: Eds. Las ideas de ciencia que puedan ser determinadas a partir de estos diferentes conceptos serán también diferentes; y las teorías orientadas a establecer los nexos entre estas diversas ideas serán también múltiples y de diferente estirpe (científica, filosófica, ideológica o teológica). Muchos autores "en particular franceses e ingleses" utilizan la denominación epistemología para designar al sector de la filosofía que examina el problema del conocimiento en general: el ordinario, el filosófico, el científico, etc. En efecto, las ciencias humanas, así definidas, es decir, aquellas ciencias que se incluyen en una situación ß, podrían considerarse, desde luego, humanas, en virtud de su concepto. Nos situamos, en cambio, en la consideración de las diferentes posibilidades de interpretación del alcance de las funciones que cabe atribuir a la materia y a la forma gnoseológica de las ciencias (funciones que, por otro lado, no podrían entenderse como enteramente independientes de cualquier contenido), en el proceso de su con-formación, y muy especialmente, de la conexión que esta conformación haya de tener con la verdad científica. Se niega a mantener invariable tanto a la realidad, al igual que el empirismo, como a las estructuras cognoscitivas del sujeto, como en el innatismo. WebPágina 1 de 2 Siglo XX En el siglo XX, la epistemología científica queda agrupada en tres grandes escuelas o generaciones: el neopositivismo lógico, el racionalismo crítico y el pospopperianismo. Si nadie produce ninguna violencia en ningún objeto material, no habrá otros movimientos en el mundo a excepción de aquéllos producidos por Dios.
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